Serruchos y sierras manuales de jardín

Diferencias entre serrucho japonés y normal

Las diferencias entre el serrucho normal y el serrucho japonés, además tienen forma totalmente distinta, es el tipo de corte que realiza. 

El serrucho tradicional tienen los dientes más alineados y juntos uno de otro, por lo que se consigue un corte más limpio, ideal para madera seca cuando podamos. 

Por otro lado, la sierra japonesa presenta una forma parecida a las katanas, pero con dientes. Éstos no están tan alineados y por tanto hace más desgarro al cortar, pero se consigue más velocidad de corte

En el caso del serrucho japonés, está pensado por la rapidez del corte que efectúan las famosas katanas. A pesar de que éstas no guardan relación con la forma de un serrucho, el corte que se realiza cuenta con la mayor rapidez dada su forma y disposición de dientes.

En este caso, suelen ser dientes separados, de tamaño considerables y triscados, es decir, que no están necesariamente alineados con la hoja; de hecho, los dientes sobresalen un poco a cada lado de ésta. Esto facilita el desbastado de la madera y por ello es que se consiguen cortes más veloces.

Por tanto, para cortar ramas verdes, hojas de palmeras  o setos es una herramienta muy interesante, por encima del serrucho tradicional.

Mantenimiento del serrucho de poda

Mantener afilado nuestro serrucho de corte es una tarea indispensable para no tener que hacer sobre esfuerzos con la poda.

A medida que pasa el tiempo y realizamos cortes en distintas maderas, los dientes irán perdiendo su capacidad de corte, por lo que tendremos que afilarlos periódicamente.

En cualquier caso, las astillas o los defectos por el uso no suelen repararse, ya que sale a cuenta sustituir la hoja y adaptarla al mango. 

Cómo afilar un serrucho de poda

A la hora de afilar, podemos pasar por cada diente una lima de afilado, siempre por los bordes y nunca por la punta.

Después de un uso intensivo y tras eliminar las hebras vegetales o el serrín acumulado, puede ser interesante aplicar aceite para evitar la corrosión y el envejecimiento del metal.